El conector VGA (Video Graphics Array), introducido por IBM en 1987 con su línea PS/2, fue durante décadas el estándar para conectar computadoras a monitores y proyectores. Su diseño de 15 pines y señal analógica permitía resoluciones de hasta 640x480 píxeles con 16 colores, y más adelante, mediante extensiones, hasta 2048x1536 píxeles a 85 Hz. Esta interfaz se convirtió en sinónimo de compatibilidad y fiabilidad en entornos educativos, corporativos y gubernamentales.

 

 

 

 

Sin embargo, con el avance de la tecnología y las crecientes demandas de calidad de imagen y versatilidad, el VGA comenzó a mostrar sus limitaciones. La señal analógica es más susceptible a interferencias y degradación, especialmente en cables largos, lo que afecta la calidad de la imagen. Además, la incapacidad del VGA para transmitir audio y datos lo dejó atrás frente a las nuevas interfaces digitales.

Panasonic, uno de los últimos fabricantes en mantener el puerto VGA en sus portátiles, ha anunciado la eliminación de esta interfaz en su nueva generación de equipos Let's Note CF-SC6. Estos modelos incorporan conectividad Thunderbolt 4, salida HDMI y un diseño centrado en la máxima ligereza, marcando el fin de una era para el VGA.