Blog PcD 25. México: Vehículos Eléctricos y el Subsidio a la Gasolina. La contradicción.

Introducción.
México se enfrenta a una encrucijada en sus políticas energéticas y ambientales. La presidenta Claudia Sheinbaum ha reiterado su compromiso con la descarbonización y la transición hacia una movilidad más limpia, con proyectos clave como el Plan Sonora, que busca promover el uso de energías renovables y la producción de un automóvil eléctrico nacional. Sin embargo, este compromiso se contrapone a la realidad de las políticas actuales, especialmente en el contexto de los subsidios a la gasolina, una medida que incentiva el uso de vehículos de combustión interna y va en contra de los objetivos ambientales del país. México enfrenta así una paradoja: mientras fomenta la electromovilidad de manera retórica, continúa respaldando el uso de hidrocarburos, perpetuando una dependencia en combustibles fósiles que resulta contradictoria en el contexto de los compromisos climáticos.
Este debate se vuelve aún más relevante a medida que el mundo avanza hacia un futuro más limpio y sustentable, con numerosos países eliminando subsidios a combustibles fósiles y priorizando el uso de energías renovables y vehículos eléctricos (VE). En un contexto en el que la Unión Europea y Estados Unidos aumentan el apoyo a la electromovilidad, el caso de México plantea interrogantes. La contradicción entre promover el uso de vehículos eléctricos y mantener un alto subsidio a la gasolina es un tema crucial que afecta no solo el presente, sino también el futuro de la competitividad y sostenibilidad del país.
Estado Actual del Subsidio a la Gasolina en México.
El subsidio a la gasolina en México representa una política que, aunque beneficia a la población al reducir el costo del combustible, también significa un gasto importante para el país. En 2023, el subsidio a la gasolina y el diésel representó una suma millonaria que el gobierno mexicano tuvo que cubrir, drenando recursos que podrían ser utilizados para fomentar tecnologías más limpias. Esta política busca aliviar la presión sobre los consumidores en un contexto de inflación y de constantes alzas en los precios internacionales del petróleo. Sin embargo, esta medida, aunque popular, fomenta un mayor consumo de combustibles fósiles y, por ende, mayores emisiones de gases de efecto invernadero. México, un país que ocupa una de las posiciones más altas en cuanto a consumo de gasolina en América Latina, experimenta una contradicción al impulsar estas políticas mientras declara su compromiso con la sostenibilidad.
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